El culto de un asesino serial

Thug Behram, aterrorizó a la India del siglo XIX. Se lo conoce como el más prolífico asesino en serie de la historia. Fue el líder de los Thuggees, una secta organizada de bandidos que aterrorizó las rutas comerciales de la India, dejando a su paso un rastro de muerte silenciosa.

El Culto de la Muerte y la Devoción a Kali

El modus operandi de los Thuggees era tan ingenioso como brutal: Se presentaban como viajeros amigables, ganándose la confianza de sus víctimas para luego, en un momento de descuido, estrangularlas hasta la muerte con un pañuelo o una tela, conocido como "rumal". Este método, caracterizado por su silencio y eficacia, les permitía operar sin levantar sospechas inmediatas y desaparecer con las posesiones de los viajeros.

Detrás de cada acto de violencia, los Thuggees, y Behram en particular, invocaban la figura de Kali, la diosa hindú del tiempo y el cambio, a menudo asociada con la destrucción. Para ellos, los asesinatos no eran meros actos de robo, sino sacrificios rituales en honor a Kali. Creían que al estrangular a sus víctimas, estaban ayudando a Kali a mantener el equilibrio del universo y a prevenir que la humanidad fuera destruida por demonios que ella misma había creado. Esta justificación los impulsaba a cometer asesinatos en masa sin remordimientos.

Una Vida de Asesinatos: De Principio a Fin

Se estima que Thug Behram fue directamente responsable de la muerte de al menos 931 personas, aunque la cifra real podría ser mucho mayor, ascendiendo a miles si se incluyen los asesinatos de su secta. Su larga carrera criminal se extendió por décadas.

Aunque las fechas exactas del primer y último asesinato perpetrado directamente por Behram son difíciles de precisar debido a la naturaleza secreta y el extenso período de actividad de los Thuggees, se sabe que su participación en asesinatos abarca desde aproximadamente 1790 hasta 1837, el año de su captura. Su liderazgo marcó el apogeo de la actividad Thuggee, extendiendo su influencia por vastas regiones de la India.

El Horrendo Destino de los Cuerpos

Una vez estranguladas, las víctimas eran despojadas de sus bienes. Los Thuggees, ya que debían desaparecer sin dejar rastro que pudiera alertar a las autoridades o a otros viajeros, por eso enterraban los cuerpos de sus víctimas rápidamente en tumbas superficiales y secretas, a menudo en lugares apartados junto a los caminos, en bosques densos o en lechos de ríos secos. La prioridad era la rapidez y la discreción. En ocasiones, se les mutilaba para dificultar su identificación y se procuraba ocultarlos bajo vegetación o escombros. La geografía de la India, con sus vastas extensiones y terrenos variados, ofrecía numerosos lugares propicios para deshacerse de los cadáveres sin ser descubiertos, permitiendo a los Thuggees moverse sin ser detectados y continuar su ciclo de violencia.

Kali: La Diosa de los Mil Rostros

En el hinduismo, Kali es una deidad poderosa y compleja. Frecuentemente representada con un collar de cráneos, una lengua sobresaliente y una piel oscura, simboliza la fuerza destructiva del tiempo que todo lo consume. Sin embargo, su destrucción no es gratuita, sino purificadora. Kali es también la protectora de los devotos, la liberadora de los miedos y la que conduce a la iluminación. Es la encarnación de la energía femenina y una figura de gran devoción para millones de hindúes, quienes la veneran como la Madre Divina que destruye el mal y la ignorancia para dar paso a la verdad y la justicia.

La visión de los Thuggees, por tanto, era una perversión de sus principios fundamentales, utilizando su imagen como un velo para el pillaje y el asesinato.

Un trabajo de inteligencia

El reinado de terror de Behram y los Thuggees no podía durar para siempre. La Compañía Británica de las Indias Orientales, alarmada por la creciente inseguridad en las rutas y la desaparición masiva de viajeros, lanzó una campaña masiva para erradicar esta secta.

Fue el Capitán William Henry Sleeman, un oficial británico, quien lideró la cruzada contra los Thuggees. A través de una meticulosa labor de inteligencia, infiltración y la obtención de confesiones de Thuggees capturados (muchos de los cuales se convirtieron en informantes, o "aproximadores"), Sleeman logró desentrañar la intrincada red de la organización.

La Captura del "Rey de los Estranguladores"

El descubrimiento de Thug Behram fue el resultado de esta persistente campaña. Thug Behram fue aprehendido en 1837. A diferencia de muchos de sus seguidores que fueron ahorcados, Behram, debido a su cooperación con las autoridades al revelar detalles de la organización y sus rituales, fue condenado a cadena perpetua. Su testimonio y el de otros Thuggees proporcionaron una visión sin precedentes del funcionamiento interno de esta sociedad secreta, permitiendo a los británicos desmantelar completamente la red Thuggee en la India.

La historia de Thug Behram permanece como un sombrío recordatorio de cómo la fe puede ser distorsionada para justificar la barbarie, y de la incansable lucha por desentrañar y erradicar la oscuridad que se esconde tras el manto de la devoción.