Juicios de Salem: Un ministro inocente

En los oscuros Juicios de Salem, George Burroughs fue una de las víctimas más trágicas y notables. No era un marginado social o una figura desconocida, sino un hombre de letras y exministro de Salem Village, cuya vida y muerte ilustran de forma cruda hasta dónde puede llegar la histeria colectiva. Su historia es un claro ejemplo de cómo el miedo y las viejas rivalidades se entrelazaron para convertir a un líder de la comunidad en un chivo expiatorio, acusado de ser la cabeza de una conspiración demoníaca.

La vida de Burroughs, antes de la crisis, no fue fácil. Había servido como pastor en Salem Village a principios de la década de 1680, pero su relación con la congregación se vio afectada por disputas salariales y rencores personales con la poderosa familia Putnam. También cargaba con una historia de deudas que le habían generado animosidad. Tras la muerte de su primera esposa, se casó rápidamente, un acto que algunos de los puritanos más estrictos consideraron una falta de decoro. Cuando partió de Salem, en 1683, dejó un rastro de resentimiento que sería fatal años más tarde.

A principios de 1692, a medida que las extrañas "aflicciones" de las jóvenes de Salem Village se intensificaban, el nombre de George Burroughs comenzó a sonar en sus testimonios. A diferencia de las primeras acusadas, Tituba y Sarah Good, las jóvenes afirmaron que Burroughs no era una bruja común, sino el líder de un grupo de hechiceros, a quien llamaban el "ministro oscuro" o "ministro negro". Su espectro, según ellas, ejercía una fuerza y un control extraordinarios sobre ellas.

La naturaleza de las acusaciones contra Burroughs era particularmente virulenta. Las jóvenes lo describían en detalle, diciendo que su fantasma se les aparecía, les hacía firmar el libro del diablo y las torturaba. Se decía que usaba magia para levantar objetos pesados y que era el autor de las muertes de sus esposas. El nivel de detalle en los testimonios, aunque completamente sin pruebas, dio una falsa credibilidad a las acusaciones, alimentando el miedo de que un enemigo había penetrado en las filas de la Iglesia.

Dada la gravedad de las acusaciones y la distancia de Burroughs de Salem, las autoridades de la colonia consideraron la persecución del caso como de máxima prioridad. Un grupo de alguaciles viajó más de 100 kilómetros a Wells, Maine, para arrestarlo en su hogar. Burroughs fue encadenado y obligado a caminar hasta Boston y luego a Salem. El viaje, largo y brutal, demostraba la convicción de los jueces de que habían capturado a un conspirador clave, lo que generó un gran interés y expectación en su juicio.

El juicio de Burroughs fue uno de los más injustos de todos los celebrados en Salem. Las pruebas presentadas en su contra eran completamente "espectrales", basadas en visiones y testimonios de las "niñas afligidas" que afirmaban que su fantasma las atormentaba. Además, el tribunal aceptó como prueba las confesiones, obtenidas bajo tortura, de otras acusadas, como Ann Foster, quien afirmó que Burroughs era un "ministro oscuro" y que había asistido a una reunión de brujas con él. Burroughs defendió valientemente su inocencia, pero el jurado, cegado por el miedo, no consideró sus palabras.

Una de las pruebas más absurdas y fantásticas presentadas contra él fue el testimonio de un grupo de jóvenes que afirmaban que Burroughs tenía una fuerza sobrehumana. Contaron cómo él podía levantar un mosquete de cañón largo con un solo dedo. A pesar de que Burroughs negó tener tal poder y que otros testigos se rieron de la afirmación, el juez William Stoughton y el jurado tomaron en serio estas historias como evidencia de un pacto demoníaco.

Tras el veredicto de culpabilidad, la sentencia de muerte fue inevitable. El 19 de agosto de 1692, George Burroughs fue conducido al lugar de ejecución. En un acto de profunda fe, mientras estaba en el patíbulo, se le permitió hacer una última declaración. Dirigiéndose a la multitud, proclamó su inocencia y, con voz clara y firme, recitó el Padrenuestro perfectamente de principio a fin. Según la teología puritana, una persona en alianza con el diablo era incapaz de recitar esta oración sin cometer un error.

La multitud quedó atónita. Muchos de los presentes murmuraron que se lo debía absolver, ya que su acto demostraba su inocencia. Sin embargo, el influyente reverendo Cotton Mather, presente en la ejecución, intervino para sofocar la disidencia. Se dirigió a la multitud, recordándoles que el diablo era un ser astuto y que a veces podía disfrazarse de "Ángel de Luz" y dotar a sus sirvientes de poderes engañosos para salvarlos. Sus palabras disiparon cualquier duda. La ejecución prosiguió, y Burroughs fue ahorcado, silenciando una de las voces de la razón en medio de la locura.

La muerte de George Burroughs es, hasta el día de hoy, un punto de inflexión y una advertencia en la historia de los Juicios de Salem. Su caso, junto con el de John Proctor y otros, ayudó a desmantelar la credibilidad del tribunal. En 1711, la legislatura de Massachusetts finalmente exoneró su nombre y compensó a su familia por su injusta muerte. Su historia, grabada para siempre en los anales de la historia estadounidense, sigue siendo un recordatorio solemne de la fragilidad de la justicia y la necesidad de la razón frente a la histeria.

FUENTES: Roach, Marilynne K. The Salem Witch Trials: A Day-by-Day Chronicle of a Community Under Siege (Cooper Square Press, 2002); Baker, Emerson W. A Storm of Witchcraft: The Salem Witch Trials and the American Experience (Oxford University Press, 2014); Norton, Mary Beth. In the Devil's Snare: The Salem Witchcraft Crisis of 1692 (Knopf, 2002); Ray, Benjamin C. Satan & Salem: The Witch-Hunt Crisis of 1692 (University of Virginia Press, 2015); Linder, Douglas O. "An Account of the Salem Witch Trials", Famous Trials; Hill, Frances. A Delusion of Satan: The Full Story of the Salem Witch Trials (Doubleday, 2002); Mather, Cotton. Wonders of the Invisible World (1693); The New England Historical Society. "George Burroughs: The Salem Minister Who Recited the Lord’s Prayer Perfectly"; Miller, Arthur. The Crucible (Penguin Books, 1953); Brooks, Rebecca Beatrice. "Key Figures in the Salem Witch Trials", History of Massachusetts Blog