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Atenas y Esparta En un mundo de héroes y filósofos, dos visiones de la educación forjaron el destino de Grecia. ¿Qué modelo aspiraba a la libertad de pensamiento y exigía obediencia absoluta?
Historia13/09/2025
Redacción EnSanJuan

La antigua Grecia, cuna de la civilización occidental, se caracterizó por el florecimiento de diversas ciudades-estado, cada una con su propia identidad cultural, política y social. En el ámbito educativo, Atenas y Esparta representaron dos mundos completamente opuestos, cuyas diferencias no solo moldearon a sus ciudadanos, sino que también dejaron una huella imborrable en la historia de la pedagogía. Mientras Atenas apostó por una formación integral y liberadora, Esparta se erigió como un Estado controlaba férreamente la educación de sus ciudadanos, limitando su libertad en aras de la disciplina y la eficiencia bélica.

Atenas: La Ciudad de la Sabiduría y la Libertad
En Atenas, la educación era un camino hacia el desarrollo pleno del individuo, buscando formar ciudadanos cultos, elocuentes y capaces de participar activamente en la vida democrática. El sistema ateniense, aunque mayoritariamente privado, valoraba el conocimiento y la formación del carácter. Los niños y jóvenes atenienses tenían acceso a una educación que abarcaba diversas disciplinas, desde la lectura y la escritura hasta la música, la filosofía y la oratoria.
Los profesores eran privados, sus servicios eran pagados por particulares que elegían libremente la formación que les ofrecía.
La filosofía y la retórica ocupaban un lugar preeminente en la educación de los jóvenes atenienses que aspiraban a la vida pública. El dominio del discurso y la argumentación era esencial para la participación en la Asamblea y los tribunales. Figuras como Sócrates, Platón y Aristóteles dejaron un legado intelectual que sentó las bases del pensamiento occidental y que se transmitía, de diversas formas, a través de la enseñanza. Este énfasis en el pensamiento crítico y la libre expresión contrasta marcadamente con el enfoque espartano.
Esparta: La Agogé y el Primado del Estado
En contraste, Esparta concibió la educación como una herramienta al servicio exclusivo del Estado. La Agogé, el sistema educativo espartano, era un programa intensivo y obligatorio que comenzaba a los siete años, cuando los niños eran separados de sus familias para vivir en barracones militares. El objetivo primordial era forjar guerreros leales, disciplinados y autosuficientes, capaces de defender la polis a toda costa.
La vida en la Agogé era dura y exigente. El entrenamiento físico era brutal, diseñado para endurecer los cuerpos y las mentes de los jóvenes espartanos. La resistencia física, la obediencia ciega y la cohesión grupal eran los pilares de este sistema.
La educación intelectual en Esparta era mínima. Se les enseñaba a leer y escribir lo estrictamente necesario, y se valoraba la brevedad y concisión en el habla (el laconismo). La creatividad individual y el pensamiento independiente eran desalentados en favor de la conformidad y la uniformidad.
La Limitación de la Libertad en Esparta
La Agogé espartana, al ser un sistema estatal y obligatorio, limitaba drásticamente la libertad de los individuos desde una edad temprana. Los niños no tenían la opción de elegir su camino educativo ni de desarrollar sus intereses personales. El Estado dictaba cada aspecto de su formación, priorizando las necesidades colectivas sobre los anhelos individuales.
La diferencia fundamental radica en el concepto de libertad. En Atenas, la educación buscaba potenciar la libertad a través del conocimiento y la participación cívica, permitiendo a los ciudadanos pensar por sí mismos y expresarse libremente. En Esparta, la educación restringía la libertad para garantizar la seguridad y el poder del Estado. Los espartanos eran libres en el sentido de estar liberados de las preocupaciones mundanas y de las debilidades individuales, pero a costa de una autonomía personal muy limitada.
Incluso la educación de las mujeres espartanas, que gozaban de más libertad que sus contrapartes atenienses, estaba enfocada en su rol reproductivo y en mantener la fortaleza de la raza espartana. Se les animaba a hacer ejercicio físico para estar sanas y fuertes, capaces de dar a luz guerreros.
Lecciones para el presente
La dicotomía entre la educación ateniense y espartana ilustra dos visiones del mundo radicalmente distintas. Atenas sentó las bases de una educación liberal y humanista, centrada en el desarrollo del individuo y su capacidad de razonar y participar en la sociedad. Esparta, por otro lado, impuso un sistema educativo totalitario para alcanzar objetivos estatales concretos, pero a un costo humano y personal muy elevado.
El legado de ambas nos permite reflexionar sobre los propósitos de la educación: ¿debe priorizar la formación de individuos libres y pensantes, o la creación de ciudadanos eficientes y disciplinados al servicio de lo que el estado considera "un fin mayor"?

FUENTES: Pomeroy, Sarah B. Goddesses, Whores, Citizens, Wives: Women's Lives in Ancient Greece (Schocken Books, 1975), Cartledge, Paul. Sparta and Lakonia: A regional history 1300-362 BC (Routledge, 2002), Lewis, Naphtali. Greek Political Thought: From Homer to the Age of Alexander (Bloomsbury Academic, 2017), Ober, Josiah. Mass and Elite in Democratic Athens: Rhetoric, Ideology, and the Working People (Princeton University Press, 1989), Scanlon, Thomas F. Sport and Spectacle in the Ancient World (Oxford University Press, 2014), Dupont, Florence. Daily Life in Greece at the Time of Pericles (Blackwell Publishers, 1994), National Geographic, The British Museum, Ancient History Encyclopedia, Khan Academy, History.com, Coursera.


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